Desde la introducción de la prensa en América, y en casi cualquier lugar del mundo, las revistas han jugado un papel importantísimo en la conformación de las tradiciones literarias, en la fundación de los imaginarios nacionales a partir de coordenadas geopolíticas más o menos caprichosas, y en la educación de los lectores. En esta ocasión me gustaría dedicarle algunas líneas a una publicación periódica poco conocida –creo–, dedicada a los lectores más jóvenes: Colibrí, páginas para niños.
Colibrí, páginas para niños es una revista mensual publicada por la fábrica “Águila Saint”.[1] Esta fábrica, fundada en 1880 por Abel Saint en Buenos Aires, fue reconocida primero por su café y después por la calidad de su chocolate; y hasta hoy sigue siendo un referente culinario de Argentina y Uruguay. La revista, que vio la luz en marzo de 1921, era de distribución gratuita, pero los ejemplares se canjeaban por etiquetas de chocolates “Águila Saint”. Así consta en el editorial titulado “Dos palabras al amable lector”, en donde también se explicita el porqué del título de la revista, su periodicidad, el público al que va dirigida y su vocación didáctica.
Aunque Colibrí, páginas para niños no superaba las veinte páginas por ejemplar, constaba de varias secciones, muchas ellas fijas o recurrentes: Pasatiempos de sobremesa, Juegos al aire libre, Niños célebres, Recuerdos históricos, Lecciones de moral, Fauna rioplatense, Misceláneas, Curiosidades, Masculinos y femeninos, Trabajos manuales, Historia de la letra, Entretenimientos, Motivos de higiene, Física recreativa, Ciencia recreativa, Pequeña enciclopedia, Hombres extraordinarios, ¿Por qué?, Efemérides, Consejos, Gramaticales, Viajando por tierras lejanas entre otras, y otras más.
Numerosas páginas de Colibrí, páginas para niños son un tributo a figuras relevantes del arte y la cultura en general: literatos, filósofos, músicos, actores, políticos, físicos, héroes nacionales, etc. A la siguiente página se ofrecía información sintética sobre el personaje que presidía la portada.
En la contraportada también se dio un lugar a las mujeres ilustres. Como se ve, Colibrí, páginas para niños tenía el objetivo de instruir a las nuevas generaciones.
La revista se publicó de 1921 a 1932, y atravesó diversas facetas que pueden identificarse en los contenidos e incluso en el estilo de ilustración.
Quede esta breve nota como una invitación a la lectura. Quien sienta curiosidad, puede acceder de forma gratuita –mas no libre– a los ejemplares digitalizados de Colibrí, páginas para niños, puestos a disposición del público en el portal Revistas culturales 2.0: https://www.revistas-culturales.de/es/digitalisat/colibri Las imágenes utilizadas en este post fueron tomadas de este sitio.
Notas:
[1] Quien desee conocer más sobre esta fábrica, puede visitar su sitio web: http://www.chocolatesaguila.com/Historia-Mercado.aspx